Contamos con aparatología de última generación.
La cavitación de alta frecuencia (2.7 mhz, a 45 watt), es la más segura y eficaz ya que asegura la distancia justa de penetración (de 2.5 a 3 cm máximo) obteniendo una terapia que garantiza seguridad para el paciente, eficacia y resultados duraderos.
Sus 2.7 Mhz generan micro burbujas de más pequeñas que las que produce la cavitación de baja frecuencia, que por cambios de presiones parciales implocionan desintegrando las células de grasa en zonas localizadas, convirtiéndolas en una sustancia líquida, que se elimina a través del sistema linfático y vías urinarias. Su alta potencia pulsante y los ciclos de repetitividad generan una intensidad ultrasónica, de mayor efecto sobre el tejido sin afectar los tejidos circundantes.

La terapia de vacío es un tratamiento no invasivo de succión continua a caudal constante, que moviliza los distintos tejidos de la piel y estimula la microcirculación, facilitando la eliminación de toxinas y sobrecargas adiposas, y disminuye el panículo adiposo, generando un drenaje linfático.
Es capaz de remodelar el cuerpo y reducir volumen, potenciando la lipólisis en los niveles más profundos de la grasa. Esta aspiración y la acción de los rodillos fijos, provocan en la piel un pliego estudiado y controlado que moviliza los tejidos y la micro-circulación sin provocar desgarros, flaccidez ni daños en la piel. Su aplicación facial estimula la microcirculación llevando más nutrientes y aumentando la elasticidad de la piel. Provoca descongestión del tejido celular subcutáneo y estimula las células de colágeno y elastina que le otorgarán mayor firmeza y tensión a la piel. Es ideal para tratar las primeras arrugas, líneas de expresión, secuelas de acné y para la recuperación post-lifting.

La cama de Jade combina técnicas orientales, con la más avanzada tecnología. Las piedras de jade recorren el cuerpo de manera relajante y placentera combinando masaje, quiropraxia, vibración y termoterapia.

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