La hidratación durante el invierno
Beber agua es el mejor hábito para evitar retenciones de líquidos e hinchazones de tobillos, sometidos a la presión de botas y calcetines. Además, las bajas temperaturas, si bien parecen esquivar la sed de bebidas frescas, invitan a beber infusiones calientes. Todo suma para una buena hidratación, también en invierno.
En invierno, sentimos menos la necesidad de hidratarnos, nuestra sensación de sed es menor y como sudamos menos, tal vez creemos que podemos reducir la ingesta de líquidos, sin embargo, las necesidades no se reducen notablemente y es importante no esperar a tener sed para beber líquidos, pues cuando tenemos sed ya estamos levemente deshidratados.
Una pérdida del 3% del peso corporal en agua ya implica menor concentración, menor memoria y una baja notable en el rendimiento no sólo físico, sino también, intelectual. Por eso, no esperes a sentir sed, recuerda que las frutas, verduras, caldos, sopas y gelatinas pueden ayudar a hidratarnos en invierno y además, no olvides que puedes usar las bebidas para sentir un poco más de calor en el cuerpo.
Así como en verano usamos las bebidas para refrescarnos, en invierno podemos beber infusiones u otros líquidos calientes para sentir un poco más de calor y cuidar el nivel de hidratación del cuerpo.